Hay varios tipos de jugadores que se pueden encontrar al jugar al póquer. Los jugadores tight son uno de esos tipos. Son extremadamente selectivos con las cartas de su mano y siempre intentan jugar sólo las mejores manos.
Jugar tight es bastante sencillo: si tienes una mano fuerte, haces una apuesta, si tienes una mano débil, te retiras. Por eso este estilo es el preferido por los principiantes.
Los jugadores tight pueden distinguirse en dos categorías, ambas fácilmente reconocibles por sus acciones en el juego.
Jugadores tight pasivos: jugar con seguridad es lo que suelen intentar hacer. Suelen hacer call en el preflop. Si hacen una subida, suele ser la mínima posible, porque los jugadores tight pasivos tienen miedo de perder muchas fichas. Tienden a retirarse en un tablero peligroso y tienen mucho miedo a perder. Tienden a permanecer en el bote sólo si tienen una mano fuerte. Hay múltiples estrategias a su disposición que pueden ayudarle a derrotar a un jugador tight pasivo. Si no son agresivos en el postflop, puedes farolear. Si son agresivos y no tienes una mano fuerte, es mejor que te retires. Si quieres que se retiren, hacer una apuesta mayor puede ser una opción. Pero lo mejor que puede hacer contra este tipo de jugadores es intentar jugar de forma imprevisible.
Jugadores tight agresivos. Como su nombre indica, juegan de forma extremadamente agresiva. Suelen jugar con un número reducido de manos, pero cuando sienten la superioridad de su mano, realizan acciones agresivas. Hacer un farol e intentar convencerles de que tienes una mano bastante débil puede ser una opción válida.

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